Oye Mi Gente: Las múltiples crisis de las comunidades latinas en EEUU

 

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Arelis Figueroa, a la derecha, es co-coordinadora de la Campaña de la Gente Pobre en New York. Aquí está con su hija Annabella en un foro de la Campaña en 2019. Foto: Steve Pavey, Hope In Focus.

Por Tim Shenk

Committee on U.S.-Latin American Relations (CUSLAR)

Presentación en el foro virtual, “Oye Mi Gente: Foro Público de la Comunidad Latina de la Campaña de la Gente Pobre”, 23 de mayo del 2020, con participación desde los estados de New York, North Carolina, Virginia, Delaware, Wisconsin, y Pennsylvania.

 

Buenas tardes. Mi nombre es Tim Shenk. Vivo en tierras de la nación Cayuga en Ithaca, New York. Soy coordinador de un centro educativo de derechos humanos llamado Comité de Relaciones Estados Unidos con América Latina, con sede en Cornell University. Soy parte de la coordinación estatal de la Campaña de la Gente Pobre de New York. Antes de llegar a New York, viví 5 años en República Dominicana donde fui miembro de la organización Justicia Global. Muy agradecido de poder estar compartiendo con ustedes.

 

La crisis del virus COVID-19 ha revelado profundas desigualdades a escala nacional e internacional, que ya venían de antes. La pandemia ha revelado cómo el sistema actual valora el dinero por encima de la vida humana.

 

La gente pobre, la gente que vivimos de cheque en cheque, la gente que dependemos del trabajo para comer– estamos frente a una situación muy grave. A pesar de que seamos seres humanos, y a pesar de que hagamos trabajo “esencial”, nos muestran por sus acciones y silencios, que somos desechables.

Hablaré brevemente sobre tres puntos: La pobreza en Estados Unidos, las múltiples crisis que viven las comunidades latinas aquí, y la política exterior de Estados Unidos.

 

  1. La pobreza en Estados Unidos, el país más rico de la historia

 

La crisis ya ha existido para nosotros. Entendemos que nuestros problemas devienen de un sistema que produce y multiplica la pobreza.

 

Se nos crea el mito que al llegar a EEUU, se deja la pobreza atrás, que el que es pobre es porque quiere. Eso es mentira. Pues, antes del virus, Estados Unidos ya tenía 140 millones de personas pobres y de bajos ingresos. O sea, casi la mitad de las personas en el país, y más de la mitad de niños y niñas.

 

Entre estas, están:

  • 24 millones de personas afro-americanas
  • 38 millones de personas latinas
  • 8 millones de personas de origen asiático
  • 2 millones de personas nativo americanas e indígenas
  • 66 millones de personas blancas

 

Antes del virus, alrededor de 700 personas morían todos los días de síntomas relacionados a la pobreza. Ahora sabemos que son más, y que las personas que mueren del COVID son las más pobres y marginadas. Todo esto es grave, es inquietante, y da rabia.

 

  1. Múltiples crisis en las comunidades latinas

 

En particular, las comunidades latinas están viviendo múltiples crisis. Comencemos con la migración, que es una realidad para muchas familias. Nuestro punto de partida es que la migración es obligatoria. No se da por capricho, sino por sobrevivencia.

 

Hemos visto un aumento en la migración a pie en caravana desde Centroamérica. Otras personas llegan autorizadas y se van y vuelven, o simplemente se quedan más tiempo que la autorización. Además, hay poblaciones nativas que hablan español, por ejemplo los Tohono O’odham, que tienen siglos en el territorio que ahora pertenece a EEUU, que nunca han cruzado ninguna frontera, al contrario que la frontera les cruzó a ellas.

 

Ahora la migración por la vía autorizada está parada completamente. Sin embargo, la migración no autorizada, no va a parar mientras haya condiciones que obligan a nuestra gente a moverse.

 

Nuestros compañeros y compañeras de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, nos informan que ha incrementado la militarización de la frontera con México. En 2018 hasta vimos el desplazamiento de 5 mil soldados a la frontera. El gobierno federal ha gastado $18 mil millones en medidas de seguridad fronteriza, y millones más para militarizar la frontera de México con Guatemala. La Campaña de la Gente Pobre exige un alto a las operaciones militares y gastos multimillonarios que enriquecen la industria bélica mientras empobrecen y terrorizan nuestros pueblos.

 

Durante la pandemia, las crisis de las comunidades latinas se multiplican. Dijo Natalia Fajardo de la Campaña de Gente Pobre en Wisconsin, “Nos quedan dos opciones: Quedarnos en casa y morirnos de hambre, o salir a trabajar y morir del virus”.

 

Hay millones de personas que no califican para recibir los famosos cheques de $1200, y tampoco califican para ningún alivio si han perdido sus trabajos por COVID. Entre estas están 11 millones de inmigrantes indocumentados, sus 5 millones de hijas e hijos que son ciudadanos, más 4 millones de personas que pagan sus impuestos con un número ITIN. No les queda más que usar GoFundMe y otras plataformas digitales que solicitan dinero de otras personas, para cubrir las emergencias.

 

Al mismo tiempo que las y los trabajadores son denominados esenciales, tanto en la producción de alimentos como los centros de distribución de Amazon, igual se tienen que exponer a los peligros del virus. Para esta economía son esenciales pero a la vez desechables. La Campaña de la Gente Pobre exige días pagados en el trabajo en caso de enfermedad, inmediata cobertura médica para todas las personas y un ingreso universal garantizado.

 

Además está la situación de las cárceles de inmigrantes, que son ahora ejes de contaminación. El martes pasado salió el informe de que hay 1,145 casos de coronavirus en 51 cárceles federales de ICE. Detenidos en la cárcel de Batavia, Nueva York escribieron que se sienten como “corderos esperando el matadero”. La Campaña de la Gente Pobre exige alto a las actividades de ICE y la migra, y la liberación de todo preso no violento o vulnerable.

 

  1. 3. La política exterior de Estados Unidos

 

Como último punto, hemos querido señalar algunas consecuencias de la política exterior de EEUU en nuestra América. Estados Unidos no ha dado tregua en tiempo de pandemia, y como resultado las muertes por el virus siguen en aumento.

 

Se dieron ordenes para deportar a mil 400 personas a Guatemala entre marzo y abril. 117 de éstas llegaron con el virus desde Estados Unidos. Además confirman que han llegado contagiados entre los deportados a Haití y México. Dispersar a propósito el virus hacia otros países, debe ser entendido como crimen.

 

Las sanciones económicas de Estados Unidos también han significado la muerte en Venezuela. Aún antes de la pandemia, murieron 40 mil venezolanos como consecuencia de las sanciones. Es mas, en marzo el Fondo Monetario Internacional, le negó al gobierno venezolano un préstamo de $5 mil millones de dólares para enfrentar el virus. La Campaña de la Gente Pobre dice NO a las sanciones y que se respeten los gobiernos democráticamente electos.

 

Para concluir, el sueño americano es pesadilla. No es solo cuestión de discriminación racial o xenofobia anti-inmigrante. Es que el sistema económico y político es una amenaza mortal para toda la gente empobrecida.

 

Necesitamos otro sistema, decía el Revdo. Martin Luther King. Un sistema que no esté orientado a priorizar el dinero sino los seres humanos. Necesitamos un movimiento social dirigido por la misma gente impactada por esta crisis, que pueda obligar a las autoridades, que respondan a las demandas colectivas.

 

Este es el momento de unirnos a la gran Campaña de la Gente Pobre, desde las grandes ciudades, pequeños pueblos, y los campos y ranchos de este país y más allá, para exigir lo que han querido quitarnos – nuestra dignidad, y nuestro derecho de vivir en paz.

 

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