
Este gráfico, preparado por el gobierno federal de México, muestra las tres primeras Zonas Económicas Especiales a hacerse realidad en el sur-sureste del territorio mexicano.
por Ángel Álvarez Martínez
y Marx Aguirre Ochoa
¿Qué es una Zona Económica Especial, o ZEE? Se considera un área delimitada geográficamente que ofrece un entorno de negocio excepcional para que las empresas que inviertan en ella, sean altamente competitivas y por tratarse de territorios ubicados estratégicamente para aprovechar su potencial productivo y logístico.
Las ZEE tienen como objetivo ser un instrumento de impulso al desarrollo de los estados ubicados en el sur -sureste mexicano para incrementar la competitividad regional, atraer inversiones productivas nacionales y extranjeras, generar empleos directos e indirectos, facilitar la construcción de infraestructuras, diversificar la producción, elevar las exportaciones e incidir en el mejoramiento del nivel educativo regional.
Las ZEE están contempladas en 10 estados de alta marginalidad que cuenten con infraestructura productiva potencialmente competitiva y a los cuales el gobierno federal destinará 115 mil millones de pesos de inversión.
- Puerto Lázaro Cárdenas, entre los estados de Michoacán y Guerrero;
- Corredor Transístmico en el Istmo de Tehuantepec, mejoramiento de las vías de comunicación y férreas del puerto de Coatzacoalcos, Veracruz con el puerto de Salina Cruz, Oaxaca;
- Puerto Chiapas, región del Soconusco, Chiapas.
Para el 2017 se impulsarán las ZEE en Campeche y Tabasco, posteriormente en los estados de Hidalgo, Yucatán y Puebla. Se han incluido estos últimos a la iniciativa debido a la potencialidad que presentan en la producción de petróleo y la afectación que han tenido en los últimos años debido a la crisis petrolera.
El área geográfica considerada para el establecimiento y operatividad de las ZEE presenta un entorno favorable para las empresas e industria que ahí inviertan,
no solamente por la ubicación estratégica, sino también por las riquezas naturales con que cuenta la región: petróleo, gas natural, recursos minerales, forestales y potencialidad productiva. Pero también, con un incipiente desarrollo en política pública que ha generado situaciones de inseguridad, marginación y explotación de recursos y mano de obra.
El rezago económico en la región sur-sureste ha prevalecido durante décadas y puede apreciarse en las diferencias de desarrollo en comparación con el norte del país, aun cuando la generación de una gran parte de la riqueza del país proviene de la explotación de los recursos con que cuenta el sur.
Coyuntura actual
Desde septiembre de 2015 las ZEE cuentan con la aprobación del Congreso Mexicano.
El avance presentado en los diferentes estados es diferente, así como la diversidad de situaciones internas. ¿Será posible los acuerdos ante los diferentes gremios e intereses que se manejan desde las organizaciones sociales, el gremio magisterial, grupos locales de poder, productores privados, ejidos y pueblos comunales?
Es importante aprender de las experiencias del pasado. Los polos de desarrollo económico y social considerados dentro de las ZEE en un principio fueron creados con el objetivo de ser impulsores de la economía regional del sur-sureste del país. La meta no fue alcanzada y provocó mayores desigualdades.
Caso concreto de Puerto Madero (Chiapas) cuyo objetivo fue generar las condiciones para el transporte de agro productos de exportación café, cacao, ganado y miel, pero que en principio solo benefició a un mínimo porcentaje de los productores locales. Ocurrió algo similar en el Puerto Lázaro Cárdenas, Michoacán donde su prosperidad, pudo convertirse en un “enclave” ajeno a la vida de los otros 112 municipios del estado.
En Lázaro Cárdenas serán invertidos aproximadamente 38 mil millones de pesos en infraestructura y urbanización de por lo menos 500 hectáreas de terreno. Se estima la generación de por lo menos 50 mil fuentes de empleo. Al igual, se invertirán más de 11 mil millones de pesos para la construcción de dos nuevas terminales portuarias en la ZEE.
En el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, existe una industria incipiente de la época de la colonia. El reto es que a través de las ZEE se impulse el desarrollo industrial de alto valor agregado. Será necesario analizar integralmente los aspectos que involucran directamente a la población local y los recursos que poseen.
¿Cómo se capacitarán las personas requeridas por las empresas?
¿Cómo el fortalecimiento de la organización comunitaria?
¿Cómo se manejará el impacto ambiental de las actividades industriales?
¿Habrá impulso de actividades económicas concurrentes como servicios?
¿Quiénes se beneficiarían?
¿Se contempla la generación de empleos con mejores ingreso?
El Puerto Lázaro Cárdenas es un ejemplo de experiencia cosmopolita derivada del acelerado crecimiento económico y demográfico ante un proyecto de desarrollo de esta magnitud. Hay que prever un análisis y acciones que atiendan situaciones como crecimiento demográfico, migración hacia las áreas de trabajo, la sinergia de culturas y otros aspectos sociales. Si no se toman en cuenta, provocarán insuficiente integración social y propensión al conflicto y la violencia.
Ing. Ángel Álvarez Martínez es gestor social comunitario en Oaxaca y Chiapas.
M en C. Marx Aguirre Ochoa es doctorante en políticas públicas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México.